La guirnalda artificial de guisante de olor florecido de 190 cm crea un efecto colgante natural que viste al instante cualquier soporte: rompe una línea demasiado recta, suaviza una estructura (barandilla, celosía, poste) y guía la mirada a lo largo de una balaustrada o un quitamiedos. Su formato también permite ocultar con limpieza el borde de una jardinera, una fijación o una unión algo más técnica.
Fácil de instalar y sin mantenimiento, es apta para exterior gracias a su follaje y flores en PE tratado contra los rayos UV. Funciona muy bien en repetición (varias guirnaldas) para crear un borde florido uniforme, o como toque puntual para resaltar una entrada, una terraza o una zona de recepción.